DIARREAS EN NIÑOS: MITOS Y VERDADES.
Con la primavera llegan los cuadros de diarrea aguda en niños, y vienen todas las preocupaciones obvias de quienes cuidan de ellos. Las diarreas agudas o gastroenteritis agudas afectan a todos los niños menores de 2 años en algún momento, y se caracterizan por vómitos, dolor abdominal y fiebre(1 a 3 días en promedio), diarrea (3 a 6 días en promedio).
Existe en el mercado una serie de medicamentos para las diarreas, pero las mayoría de ellos no sirven e incluso retrasan la curación, prolongan la eliminación de los agentes infecciosos o pueden enmascarar cuadros más severos.
Les voy a comentar lo que desde el conocimiento y la evidencia científica (lo que no siempre se respeta al dar indicaciones médicas) es importante conocer en caso que un niño pequeño presente una gastroenteritis aguda:
1. SUSPENDER O DILUIR LA LECHE: INCORRECTO. Está demostrado que esta frecuente práctica no tiene ningún efecto en reducir la cuantía o la duración de la diarrea, pero sí puede empeorar la mala nutrición y baja de peso que se presentan habitualmente. Hay que mantener la leche habitual (en caso de ser leche materna, lo mismo) pero fraccionada: volúmenes menores pero más frecuentes, a tolerancia (sin forzar).
2. CAMBIAR A LECHE SIN LACTOSA: INCORRECTO. En niños pequeños una gastroenteritis aguda no va a afectar la digestión de la lactosa, por lo que este cambio sólo va a encarecer el presupuesto, y podría perpetuarse por temor de los padres sin sentido.
3. SUSPENDER VERDURAS, FRUTAS Y OTROS ALIMENTOS: INCORRECTO. La creencia que hay que suspender o llevar al mínimo la ingesta de fibra dietaria (que aportan las frutas, verduras y legumbres) no tiene ningún sustento; de hecho, esta práctica se asocia a una prolongación de la duración de la diarrea porque la fibra cumple un rol de nutrir la flora bacteriana normal intestinal (o sea un rol prebiótico) que ayuda a digerir diversos nutrientes. Se debe mantener una alimentación lo más sana y normal posible, que puede incluir trozos de manzana o pera, plátano, zanahoria, tomate, legumbres, etc, fraccionado y a tolerancia. Lo que hay que evitar son aquellos alimentos que empeoran la diarrea, como los con exceso de azúcar (golosinas, jugos y gaseosas azucaradas, jaleas) y los con alto contenido de grasa, o muy condimentados.
4. APORTAR BEBIDAS COLA POR SU ALTO APORTE DE POTASIO: INCORRECTO. Tienen un muy bajo aporte (6 mg en un vaso 200 ml vs 460 mg en un plátano) y además el alto aporte de azúcar empeora la diarrea.
5. REHIDRATAR CON BEBIDAS DEPORTIVAS TIPO GATORADE: INCORRECTO. Estas bebidas están hechas para reponer pérdidas por sudor (por ejercicio importante, no por trotar unos pocos minutos) y no para reponer pérdidas digestivas. Tienen un pobre aporte de potasio y sodio, y un exceso de aporte de azúcar, comparadas con las soluciones de rehidratación oral (SRO) estándar. Si el niño no recibe estas SRO, aportar agua, pero no bebidas deportivas.
6. ADMINISTRAR ANTIDIARREICOS: INCORRECTO. Muchos medicamentos como Diarén, Imecol, sulfa carbón, etc, producen una falsa mejoría, sólo cosmética, pero prolongan la eliminación de los gérmenes por vía fecal e interfieren con los mecanismos de defensa propios del intestino.
7. USO DE ANTIESPASMÓDICOS: INCORRECTO. Fármacos como viadil, valpín, abalgín bramedil, buscapina, etc, interfieren con los mecanismos de defensa propios del intestino, y dejan un intestino «flojo», distendido y lleno de aire que producirá tanto o más malestar que el propio de la gastroenteritis. Además puede enmascarar cuadros como apendicitis que se pueden iniciar en forma similar a una gastroenteritis, llevando a un diagnóstico tardío y con complicaciones.
8. USO DE ANTIBIÓTICOS: habitualmente INCORRECTO. Son muy pocas las gastroenteritis que requieren y benefician al niño con el uso de antibióticos específicos. Ellas son infecciones por Shigella (diarreas con sangre, moco y/o pus, fiebre), Campylobacter y Cólera. Y pare de contar. Y en todas ellas la indicación de antibiótico es con un cultivo de deposiciones (coprocultivo) que confirme alguno de los gérmenes mencionados.
9. USO DE FÁRMACOS PARA TRATAR LOS VÓMITOS: INCORRECTO. Muy usado es la domperidona (Idón), incluso la metoclopramida. Está muy claro y demostrado que no ejercen ningún efecto sobre los vómitos, incluso la segunda puede provocar además efectos colaterales neurológicos importantes. Sólo ha demostrado ALGÚN efecto positivo el uso del ondansetrón (Izofrán) oral o IV, pero tampoco en forma tan importante.
10. USO DE PROBIÓTICOS: CORRECTO pero en algunas situaciones, como son la diarrea producida por antibióticos o las gastroenteritis agudas virales (principalmente Rotavirus) siempre y cuando sea utilizado en las primeras 24 a 48 hs de inicio, y se logra una disminución de la duración de la diarrea de un día (poco al considerar costo beneficio). Los probióticos probados en esto son Saccharomyces boulardii y Lactobacillus GG (no otros). Tampoco sirve tomar probióticos en lácteos (tipo chamito o uno al día).
En resumen, la gastroenteritis aguda infantil es un cuadro frecuente que presenta, independiente de los tratamientos farmacológicos, 1 a 3 días de dolor abdominal y vómitos, a veces fiebre, y diarrea de 3 a 7 días en general. El manejo adecuado es mantener un alimentación lo más sana y normal posible, fraccionada y a tolerancia, mantener el aporte de leche fraccionada, y evitar la deshidratación, la complicación más temida y frecuente, aportando SRO y/o agua pura frecuente y fraccionada, en especial después de cada diarrea y/o vómitos, y punto. Y no hacerse falsas expectativas de que con un fármaco «milagroso» mejorará en 1 día, porque no sucede así.
Fuente: Pediatría de Jota Ele